viernes, abril 28, 2006

Si el trabajo dignifica… la dignidad nos ha sido arrebatada

Las encuestas dicen que hay trabajo, pero la cesantía y la desocupación son la verdadera cara de la moneda. Trabajar hoy en día, es sinónimo de trabajar sin contrato, sin previsión, sin salud e indemnizaciones, trabajar en el Chile de hoy más que un sustento, en un martirio.
  Nuestra dignidad nos ha sido arrebatada: trabajamos más de ocho horas diarias por un sueldo con el cual cada fin de mes hay que hacer “malabarismos” para seguir alimentando a nuestras familias, familia que ya no se disfruta pues los momentos de convivencia se transforman en horas extras para poder lograr parar la olla.

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jueves, abril 13, 2006

Arando surcos de un nuevo devenir.

Miramos la realidad desde nuestra visión política, y por lo tanto, la historia que desencadena el Chile de hoy la vemos desde la derrota del proyecto revolucionario chileno, derrota que supera la desarticulación de los referentes de la izquierda revolucionaria, y que apunta hacia la instauración de un nuevo patrón de acumulación, un capitalismo ya prácticamente globalizado, el sistema económico neoliberal. El establecimiento de este modelo solo fue posible a través de diversos mecanismos.
    La separación entre lo político y lo social transformó la política en un juego entre elites. Los partidos políticos terminan por constituirse como corporaciones cerradas entorno a la disputa de cargos dentro del Estado, dejando de lado las pugnas ideológicas y programáticas. Por esto no es extraño ver que al electorado se le pide dirimir por personalidades más o menos carismáticas y no por proyectos políticos que apunten hacia la conservación o transformación de lo económico-social.

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miércoles, abril 12, 2006

La articulación como paso fundamental

Luego de hacer el análisis político de rigor, referente al periodo actual, siempre nos encontraremos con la debilidad en que se encuentran las organizaciones políticas y sociales que se agrupan en esta identidad llamada "izquierda revolucionaria". Cuesta creer que hallamos avanzado tan poco desde la salida pactada a la democracia y que permanezcamos en las mismas posiciones de hace ya mas de una década (obviamente es necesario reconocer los avances en la creación de embriones de organización popular). Esto puede parecer un análisis sumamente pesimista, pero en realidad no es así, solo es la interpretación del periodo de reflujo político en que vivimos hoy, y en donde aún es posible ver el repliegue de las clases populares luego de las derrotas ocurridas por la dictadura militar. Pero, hoy estamos viviendo una derrota más, y no solo por parte de las clases dominantes, sino por parte de las organizaciones políticas y partidarias que se denominan cada una como "la salida única" al caos, pero que no son mas que ejemplos del reformismo y el oportunismo político. ¿Quienes influyen hoy realmente en los territorios? las juventudes comunistas y el movimiento Surda y ¿cual es su política?, la experiencia de muchos años nos da una visión muy negativa del retroceso del PC y sus juventudes que ya se alinean en el campo de la socialdemocracia y apelan a democratizar el sistema como medida urgente y primordial (la llamada "revolución democrática"). La Surda que partió con una política confrontacional y que proyectó una reimaginación de una izquierda desgastada, con las viejas herramientas, que se sustentaba en el trabajo y el fortalecimiento de una organización político-social flexible que trabajara en las bases de la sociedad , hoy se ve sumida en el mas puro oportunismo, en la enfermedad por el poder, en ganar y ganar federaciones para mantenerse en carrera y en apoyar a Bachelet sin hacer un análisis de que consecuencias política y éticas trae esto consigo.
Cuál es el papel de la izquierda revolucionaria, ¿acaso quedarnos en la inercia y ver como estas organizaciones más que ayudar en la reconstrucción de un movimiento popular social y estudiantil, ayudan a desarticular, engañar y pactar, retrasando todavía más el avance de los trabajadores y el pueblo pobre? claro que no, nosotros debemos ser una alternativa capas de disputar terreno, con nuestra línea estrategia, con nuestros métodos; con nuestra consecuencia, defenderemos las demandas del pueblo y los estudiantes y transformaremos a estas (demandas) en las bases de nuestra construcción popular. Lamentablemente esto se escucha a diario, desde las reuniones más formales hasta la conversación en un bar de dos compañeros, debemos sacar nuestras ideas, nuestras metas y objetivos fuera de este círculo tan cerrado. Claro está, que eso no lo lograremos nunca si permanecemos separados, muchas veces peleando el uno con el otro y con un animo ultra izquierdista y sectario, de evitar las alianzas , hasta las mas mínimas unidades de acción, porque se pasan a llevar nuestros principios y valores, cual equivocación ésta, si ni siquiera tenemos claro nuestros principios, ¿podemos pararnos todos de igual a igual frente a un militante equivocado, pero preparado políticamente como un compañero de la Surda? eso hay que verlo, me causa sus dudas, aunque esto no quiere decir que no tengamos capacidades, las tenemos y en demasía, pero solo en potencia. La solución: desarrollarlas al máximo por medio de nuestra unión, de la construcción de una identidad política, de un discurso revolucionario y de una actividad practica continua, que nos permita encontrarnos una y otra vez en las luchas de nuestro pueblo.
Debemos pasar de la práctica discursiva, de los proyectos a corto, mediano y largo plazo, a la acción constante. Debemos fortalecer y multiplicar las organizaciones del sector estudiantil, como proyecto de territorio, como sector político y social dotado de características propias y fortalezas únicas . Este fortalecimiento y multiplicación de embriones de poder deben articularse, unirse en un proyecto propio, que lo hagan suyo, un fin compartido, para que de una vez por todas intervinamos de manera real y no nos quedemos en el basismo estéril y apolítico (el extremo de esta nueva izquierda naciente y al cual debemos criticar y combatir). cual es la misión de esta articulación: reconstruir el movimiento estudiantil, dotándolo de un carácter popular, esto no quiere decir que llenemos de hijos de pobladores y trabajadores las universidades, sino que podamos dotar de un sentido de clase al movimiento, de poder trasnversalizar las demandas universitarias reflejando que nuestra lucha es un todo único de varios sectores y que no trabajamos con un solo sujeto, porque esto dividiría nuestras pocas fuerzas, mientras podríamos intervenir en cada una de las luchas del campo popular.
De esta manera nos articularemos por medio de la acción política permanente y cotidiana, en la construcción y politización de los espacios que han ganado las clases dominantes con su dictadura ideológica, vaciando de organización a estudiantes, pobladores y trabajadores. Este es el primer paso que parte de la iniciativa de confluir en un proyecto al cual creemos pertenecer, esa creencia debe transformarse en una certeza y poder actuar según el fin planteado. Con la unión de los sectores estudiantiles de la izquierda revolucionaria podremos dar un paso cualitativamente grande en un proyecto que supera lo meramente sectorial y se plantea a un mediano y largo plazo la articulación y ,por qué no, convergencia con otros sectores sociales.
La articulación como paso primordial para nuestros objetivos estratégicos tiene múltiples funciones, todas derivadas de nuestra experiencia histórica como movimiento de izquierda revolucionaria. Realmente si pensamos de una manera política correcta podríamos darnos cuenta que nuestro sector funciona como un archipiélago y no como la unión dinámica que debería ser. Nacen y mueren colectivos políticos por todos lados, todos reivindicando cosas parecidas, pero muy pocas veces con la intención de poder unir la lucha en algún punto primordial concordante. Si creemos en un proyecto a futuro tenemos como deber forjar todas las condiciones para poder lograr nuestro horizonte, por lo tanto la lucha des-unida y fragmentada de organizaciones por todos lados no nos sirve de mucho. Más bien desorienta nuestro trabajo y retrasa al máximo los avances que podríamos llevar todos juntos en los objetivos trazados como revolucionarios. La acción colectiva supera lo coyuntural y se traspasa al trabajo diario y con convicciones políticas serias. Es común que nos unamos en acción para una movilización o para celebrar cierto día en nuestro calendario, pero esto no es suficiente. Realmente si nos quedamos en estas pobres expectativas no avanzaremos nunca, siempre estaremos gritando y gritando y nadie nos escuchara como es debido, por lo tanto la única solución y tarea fundamental en este periodo es la articulación de las organizaciones sociales y políticas de la izquierda revolucionaria que trabajan en el sector universitario.
Por medio de la solidaridad estaremos reconstruyendo lazos dentro del mundo popular que las clases dominantes y su contrarrevolución destruyeron, así podremos golpear juntos y unidos.

LOS OBJETIVOS ESTRATEGICOS Y LAS TACTICAS A UTILIZAR

Si nos planteamos como una articulación sectorial, que responde al nombre de izquierda revolucionaria, debemos por lo tanto tener un análisis propio de la situación internacional, nacional y de nuestro sector. Esta solo se construye por medio de la intervención en los territorios y la acumulación de experiencias tanto propias como exteriores. De aquí, iremos construyendo un discurso con base en nuestra identidad histórica.
De este análisis de la situación política se desprenden objetivos estratégicos de acuerdo al periodo, recordemos que un revolucionario no es el que plantea más radicalidad desbordando hacia la irrealidad y el utopismo, sino el que es capaz de actuar de la manera correcta en un periodo determinado sin caer en el aventurismo y el oportunismos (dos enfermedades igual de peligrosas para el movimiento popular revolucionario). De esta manera, analizamos el periodo, trasformamos la teoría en herramienta política para determinar las estrategias de las clases dominantes y los bloques de poder y a la vez determinamos nuestro lineamiento objetivo.
Analicemos la universidad y encontraremos de parte del sector estudiantil un claro retroceso con respecto a lo que eran las luchas históricas de tiempos pasados (pero no muy lejanos), todo esto debido a la despolitización que ha ocurrido en la universidad transformando a ésta, en un reducto para producir profesionales al servicio del mercado, con una mentalidad egoísta e individualista propia de la ideología neoliberal. Por lo tanto, el conocimiento que se imparte en la universidad es a-político y a-crítico, creando una pasividad en el estudiantado. La constante elitización, al restringir cada vez mas el acceso al sector más pobre, ya que disminuye el prestigio de los establecimientos educacionales municipales (aumentando así la entrada de los estratos con mayores recursos) dota de este modo de mayor inmovilidad al estudiantado. Si en los sesenta, setenta y hasta los ochenta hablábamos de un movimiento estudiantil, hoy no podemos referirnos de esta manera. Solo tenemos una agrupación atomizada de estudiantes que se contentan con las necesidades gremiales y que aprovechan las coyunturas para actuar, pero una vez terminadas estas se vuelve a la normalidad, todo esto avalado por las orgánicas clásicas, JJCC Y SURDA, que solo se dedican a luchar por sillones en las federaciones. Por lo tanto, primera tarea: reconstruir el movimiento estudiantil, para que sea parte activa en los procesos de acumulación política popular y miembro activo en el terreno revolucionario. Debemos darle un corte popular (identidad de clase), trasladando sus objetivos a los que se plantean los demás sectores del campo popular, transversalizar las demandas y pretender la convergencia.
Como ya analizamos el sector estudiantil, sabemos como funciona la universidad, nos plantea una dictadura ideológica a través del conocimiento impartido en las aulas, nos tienen sumidos en una estructura antidemocrática, donde los estudiantes no tenemos oportunidad de decidir, ya que somos meros consumidores de un servicio y si no nos gusta esta oferta debemos buscar otra, Así de simple,la mercantilización de la educación. Con una dictadura ideológica, con la neoliberalización de la universidad y la elitización abismante de ésta, debemos plantearnos una segunda tarea, luchar por una universidad democrática y al servicio del pueblo, plantear por lo tanto una reestructuración de esta en la medida que alcance los objetivos por nosotros planteados, esto no esta lejos del planteamiento de una nueva reforma universitaria, claro ésta, que esta consigna debemos saber llevarla y encausarla, sabiendo que es el todo de las partes, ya sea educación gratuita o arancel diferenciado, democratización, etc. Teniendo en cuenta que el todo es muchos más que las partes, es cualitativamente diferente y solo es permisible tomarlo como objetivo si hemos llevado un trabajo constante en esta línea, consecuente para poder llegar con un discurso coherente a las masas en camino de construcción y organización. Por lo tanto estos objetivos no pueden ser separados, no podemos plantearnos, construir un movimiento estudiantil popular sin plantearnos a la vez reformar la universidad o alzar la consigna de reforma universitaria, si antes no hemos organizado al movimiento y encausado en la senda de los sectores populares. Todo esto se basa en analizar esta relación como dialéctica. Por lo tanto un tercer objetivo estratégico a llevar a cabos es la movilización constante de los estudiantes (movilizar a las masas estudiantiles), luchar por las demandas cotidianas dotándolas de un proyecto social de fondo, esto como “la relación dialéctica del programa mínimo y programa máximo”. Recordemos que las luchas continuas, las luchas reivindicativas si son encausadas en algo más profundo son capaces de ir construyendo conciencia. Por medio de estas luchas continuas nos vamos dando cuenta de las injusticias, claro esta que también necesitamos de un catalizador que es la organización revolucionaria y la posterior dirección del movimiento popular.
Resumiendo: reconstrucción de un movimiento estudiantil con corte popular, lucha por una reforma a la universidad y movilización constante de las masas estudiantiles, tres estrategias para la actual articulación en forma, todo lo demás es táctica.
Es así como llegamos a las herramientas a utilizar, los medios. Depende todo esto de las particularidades de cada organización participante de esta articulación, luego de analizar los territorios particulares y ver cada característica que lo hace esencialmente diferente de los otros, podremos proceder a concluir nuestras tácticas. Como colectivo político nos planteamos como tarea inicial, empezar con la construcción constante, diaria, tomar en serio esto de la revolución y crear las condiciones en nuestro sector estudiantil, unidos constantemente por la solidaridad con los demás sectores, para sustentar una salida verdaderamente revolucionaria al capitalismo. Tenemos diversas herramientas para esto: ocupar las bases para empezar a politizar sectores, obviamente no con el afán mesiánico de traer la verdad a "ustedes seres faltos de conciencia", sino llegar con la practica continua, con la demostración de que esto va enserio. tener opinión donde otros también la tienen, así poder polemizar con otras organizaciones, traer a la universidad la realidad nacional e internacional organizando foros y discusiones, planteando la critica dentro de las bases, agarrándonos de los núcleos básicos, como las asambleas de curso y de carrera para plantear la necesidad de colaborar en una política radical, que trascienda la universidad; proponer en la agenda de los estudiantes la ayuda a los sectores en lucha, plantear la política activa, en resumen crear la conciencia de los estudiantes, llenar de esta manera las asambleas con estudiantes políticos tanto en abril-mayo como en diciembre. Plantear una política de información, órganos de difusión de nuestras ideas y las luchas cotidianas que se llevan constantemente en el campo popular, plantear el debate dentro de este órgano, a lo que siempre escapan las orgánicas clásicas (ya es conocido que cuando hay que discutir sobre temas actuales mandan a los cuadros, mientras sus bases se quedan pintando lienzos, ha esto se le podría llamar, "verticalismo discursivo", (algo que nuestro sector sufre de igual manera). Por lo tanto pasa a un segundo orden el plantearnos la lucha institucional y solo podría venir como algo posterior a una construcción, a una politización del movimiento, cuando ya este de alguna manera construido o en proceso de construcción éste movimiento estudiantil popular. No podemos dirigir masas apolíticas y carentes de crítica, caeríamos en el distanciamiento clásico del dirigente y la base, ya que esta última se apegaría de manera implacable y sin crítica a las decisiones dirigenciales. Todo lo contrario seria una conducción con un movimiento democrático en esencia y con capacidades de crítica, que mande a la dirigencia y que decida todo de manera conciente y autónoma: no podemos ir construyendo el bote mientras navegamos, de ser así, nos hundiríamos. Debemos construir con paciencia y convicción el bote en tierra firme y luego echarnos a la aventura de navegar por las aguas turbias y torrentosas.
Fines y herramientas, los cuales forman un único dialéctico que cambiara dependiendo del periodo, quizás mañana sea necesario plantearnos otros objetivos, nadie puede predecir de manera exacta la realidad, recordemos que también hay aspectos casuales, no hay solo necesidad. Por lo tanto si ya hemos formado un catalizador fuerte, con una articulación, con discurso y programa propio, con una identidad rebelde y revolucionaria, podremos adecuar las tácticas y estrategias a cualquier periodo que nos dicte la realidad social.


POR BOIKOT: HASTA EL SOCIALISMO SIEMPRE